No hay nada más atractivo y encantador que una persona que muestra seguridad en sí misma, confía plenamente en lo que ella es y en lo que cree. Existe una desenvoltura natural muy agraciada en esta clase de personas. Y cuando uno logra fluir por la vida de esa manera, puede compartir con los demás esa gracia y hacer que la vida sea más plena.
Contrariamente a lo anterior, cuando una persona no sabe quién es, no confía en sí misma, depende de opiniones ajenas para asegurar su propia validez, o necesita de títulos, posesiones materiales y papeles para tener una identidad. Estas personas buscan continuamente la aceptación, aprobación y admiración de otras personas para sentir que es alguien y que tiene importancia. Este tipo de personas no están seguras de su valía personal y de su propósito. Si es esta la situación que tú estas viviendo, es muy probable que estés pasando momentos muy dolorosos y de mucha confusión.
¿Puedes identificarte en ambos escenarios?
Los mayores problemas se presentan cuando uno empieza a mirar y buscar fuera de sí mismo para alcanzar un sentimiento de gratificación, el reconocimiento y la identidad. Todo el mundo quiere sentirse bien consigo mismo y gozar de relaciones significativas, profundas y una vida con propósito. Sin embargo, si uno no conoce ni confía en quién es realmente, es imposible que los demás la conozcan y confíen en ella también, y que conozcan de su verdadero propósito.
La principal clave para la paz y la dicha es conocerse a sí mismo en el nivel más profundo del ser, para aprender y recordar de nuestra verdadera naturaleza espiritual multidimensional. Esto conduce a una cierta estabilidad y firmeza en la vida. A diferencia de depender de las influencias externas, el poder es mayor cuando se está guiado por su verdad interior. Esto le da fuerza a la persona para disfrutar de todo lo que la vida tiene para ofrecer. Entonces, es cuando uno es capaz de estar presente, vivir con pasión, y poder experimentar toda la gama de emociones, desde una profunda alegría hasta un profundo dolor, y aún así permanecer en paz. ¿Suena como una meta digna, no crees?
Aquí tienes estas cinco claves para nutrir el conocimiento sobre tu naturaleza esencial y que puedas abrazar el poder de ser tú mismo. A medida que las comiences a adoptar en tu vida, notarás cómo la visión de ti mismo y del mundo se vuelven más brillantes, más significativas y más mágicas.
1. Profundiza tu práctica espiritual.
Una práctica espiritual significa tomar tiempo para mirar dentro de ti mismo y ser consciente de la experiencia de tu verdadera naturaleza. Los ejemplos de las prácticas espirituales son la meditación, el yoga, el canto, estar en comunión con la naturaleza, hacer algo que te gusta, estudiar los antiguos textos sagrados, sentarte en silencio, o incluso sumergirte en el sonido. Puede ser cualquier cosa que te inspira a ser, observar y sentir el amor. Idealmente, toda tu vida se convertirá en una práctica espiritual a medida que experimentes y hagas realidad tu verdadera naturaleza.
“La paz viene de adentro. No la busques afuera.”
Buda
2. Esté dispuesto a sentir.
No es posible pensar en la manera de salir de una situación en la que tus pensamiento o juicios te metieron. Tus emociones son el puente entre quien crees que eres y lo que realmente eres. Muchas personas hacen todo lo posible para evitar sus sentimientos, utilizan medicamentos, alimentos y otras distracciones para aliviar su dolor o miedo. Esto sólo te aleja más de conocer quien realmente eres. Puedes sustituir estos métodos de afrontamiento destructivos con la oración, la meditación, la lectura inspiradora o realizar actividades en comunión con la naturaleza. Pase tiempo con amigos de confianza, baile, cante y juegue. Que todas las emociones se muevan y liberen a través de ti y solo te sirvan para informarte. Lo único malo en la emoción es que uno puede quedar atascado si la niega o ignora.
“El dolor es la ruptura de la cáscara que encierra su comprensión.”
Khalil Gibran
3. Reemplace el diálogo interno negativo con el pensamiento positivo afirmativo.
Si uno es como la mayoría de la gente, que habla consigo mismo de una manera que nunca hablaría con otra persona. Eso te mantiene en una realidad de lo que se cree que eres, en lugar de lo que realmente eres. Escribe algunas afirmaciones que te hagan sentir poderoso, tenlas siempre a mano y trata de memorizarlas. Cada vez que te des cuenta de que estás siendo cruel contigo mismo, sustituye la idea por una afirmación de poder. Un remedio eficaz es utilizar una sentencia contraria. Por ejemplo, si usted se coge diciendo: “Yo soy tan estúpido.” Reemplazar con: “Estoy realmente brillante.” Siente la diferencia en tu cuerpo, mente y espíritu cuando haces esto. Acepta a tu verdadera identidad y excelencia personal. Sé tu propio mejor amigo.
“Nuestro propio cerebro, nuestro propio corazón es nuestro templo;
la filosofía es amabilidad”
Dalai Lama
4. Descubre tus valores esenciales y vive desde ellos.
Tómate el tiempo para determinar claramente qué es lo que crees y aclara tus valores esenciales en la vida. ¿Qué es lo que no puede faltar en tu vida para que tu te sientas bien? Escribe 3 a 5 de ellos y por qué son importantes para ti. Luego, comienza a observar tus pensamientos. Toma nota de cómo tomas decisiones y realiza acciones que sean congruentes con tus valores. Haz de ellos una guía para la acción.
“Tus valores se convierten en tu destino.”
Mahatma Gandhi
5. Conoce y haz uso de tus dones y talentos únicos para ayudar a otros.
Todos somos uno y, al mismo tiempo cada individuo es único y tiene un lugar específico en el universo. Se te han otorgado talentos y habilidades que son únicas en tu viaje, y debes relacionarte con los demás para sobrevivir y prosperar. Al sanar tu propia incomprensión acerca de la verdad de tu existencia, todos se benefician. Y cuando ayudas a otros, ayudas a todos. Elige la paz, la compasión, la gratitud y el amor, empezando por uno mismo y luego lo compartes con los demás.
2 comentarios
Muy interesante
Te quiero compartir uno de mis trabajos que espero te guste y ojalá le sea de alguna utilidad. Con alegría y amor: cesaruribediaz2@gmail.com
AUTO EVALUACION DIARIA -César Uribe Diaz Terapeuta Naturista.
1. Al despertar, respiro profundo, sonrío, me estiro, doy gracias por todo lo que me ha ocurrido y afirmo lo que quiero vivir, sirviendo con amor. Me siento bien porque soy feliz Tomo un vaso de agua serenada, aireándola. Es fuente de prana.
2. Mirándome a los ojos frente a un espejo, afirmo: Soy un Ser de Luz, maravilloso y único y merezco lo mejor en mi vida. Vibro en frecuencia de excelencia ilimitada, atraigo y actúo con alegría, y confianza en mí mismo. Aflojo las tensiones corporales, hago mi ejercicio de respiración y meditación, visualizando mis metas. Asumo la responsabilidad de mi vida y siento como la intención cambia la información de mi sub-consciente y las vibraciones positivas de mi campo energético. En 15 minutos de introspección siento Ser Conciencia Pura sin Límites, relajando profundamente mente y cuerpo. Me amo, me perdono y me acepto.
3. Hago mi secuencia de ejercicios físicos de chi-kung y zun gazing con los pies descalzos. Así armonizo mi energía corporal con las vibras celestes del Universo y de la Tierra. Uso el sol, aire, agua, tierra, ejercicio físico y utilizo más y mejor los poderes de mi mente, cambiando creencias, como agentes curativos naturales.
4. Preparo y tomo, alternando, zumos o batidos de zanahoria, pepino, remolacha, berros, apio-españa, ajo, linaza, naranja. guanábana, lechoza, uva, piña y zayota, alcalinizando mi sangre y potenciando mi sistema inmunológico. Me alimento con frutas, verduras y ensaladas, como despacio, masticando y ensalivando bien para tener buenas digestiones y así tener buena calidad de mi torrente sanguíneo.
5. Observo varias veces al día el afiche que elaboré con imágenes de lo que quiero en cada área de mi vida, como estímulo para que mi mente sub-consciente produzca la adaptación a la nueva información y mi cerebro adquiera hábitos de pensamiento diferentes. Pienso en lo que sí quiero y lo visualizo varias veces al día, como técnica de reacondicionamiento neuronal. Repito mis afirmaciones y así vibro en frecuencia positiva. Dirijo todas mis energías hacia lo que me gusta hacer.
6. Dialogo conmigo mismo sobre lo que deseo. Escribo en mi libreta los pequeños logros que me van acercando a mis metas. Uso los estimuladores psíquicos: ¿Qué? ¿Quién? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Por qué? ¿Con qué? ¿Para qué? ¿De dónde? ¿Cuál? ¿De qué? ¿En que forma? ¿Qué consecuencias traerá? ¿Es bueno? ¿Qué otras alternativas hay? ¿En qué debo enfocar la atención? ¿Qué debo decidir? ¿Cuál ha sido la parte luminosa de mis emociones positivas de hoy?
7. Siento la magia de transformar la conciencia y energía vibracional en la capacidad de ver la esencia de la realidad mas allá de la forma, como espíritu eterno y creador. Uso mi Conciencia Mágica con sabiduría. Destino unos 10 minutos a estar en silencio disfrutando de la respiración. La vida siempre me devuelve lo que doy multiplicado y lo que tengo es resultado del nivel de mi estado de conciencia. Cada situación que vivo, por difícil que parezca la veo como la oportunidad de aprender algo nuevo que me ayuda a ser feliz.
8. Sonrío ante el espejo durante un minuto varias veces al día. Me reconozco como Ser de Luz, maravilloso y único, atraigo lo mejor a mi vida cuyo objetivo es servir con amor dando lo mejor de mí sin esperar nada a cambio. Adquirí la forma humana para cumplir mi propósito en este planeta. Soy energía, soy vibración. Al respirar, la energía de mi cuerpo vibra en la misma frecuencia del Universo donde todo fluye y mi desafío se esfuma y desaparece porque son creación mía, independiente, separada de la fuente, ficticia. Sé que mi realidad está creada por mis creencias y que mis tres estados vibratorios de percepción son: cuerpo, mente y espíritu. Soy consciente de las emociones en que vibro la mayor parte del tiempo.
9. Me lleno de buenas vibraciones cantando, bailando, admirando la belleza de la creación. Cuido las plantas, acaricio mi mascota, abrazo con alegría, mirando a los ojos, expresando palabras de verdad, amor y gratitud; utilizo un vocabulario transformacional, con sencillez, claridad y precisión, afirmo: Dios fluye vibrando a través de mí como armonía, salud, paz, comprensión, perdón y perfección.
10. Me auto-evalúo registrando la parte luminosa de cada punto y analizando conscientemente las emociones vividas. Repito la frase de poder de la mañana. Asumo el deber de dar a conocer la información positiva que poseo y que otras personas necesitan. Me tomo una cucharadita de bicarbonato disuelta en un vaso de agua tibia y dejo al sereno otro vaso de agua energizándolo con mis manos para tomarlo al despertar, afirmando: esto es todo lo que tengo que hacer para recibir información y respuestas positivas a las situaciones que tengo por resolver.
¿CÓMO ME AUTO EVALÚO?
Al finalizar el día repaso mentalmente lo que viví en cada uno de los 10 puntos y me califico del 1 al 10, colocando el número en la casilla respectiva y sumo el total.
Elaboro un cuadro para cada semana en mi libreta y me voy auto evaluando.
DIAS 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 TOTAL:
DOMINGO / / / / / / / / / / / /
LUNES / / / / / / / / / / / /
MARTES / / / / / / / / / / / /
MIÉRCOLES / / / / / / / / / / / /
JUEVES / / / / / / / / / / / /
VIERNES / / / / / / / / / / / /
SÁBADO / / / / / / / / / / / /
E-mail: cesaruribediaz2@gmail.com