CONOCE LOS PERSONAJES QUE HABITAN EN TI

Con los años y en el transcurso de los talleres que iba impartiendo, descubrí que el drama de cada persona viene arraigado a algún arquetipo o personaje que ha heredado de su familia en la infancia, o adoptado y adaptado en la adolescencia. Son los arquetipos los que limitan el potencial de cada persona y el que pueda alcanzar la vida que desea.

Pero veamos con más detalle…

¿Qué son los arquetipos?

Los arquetipos han surgido del núcleo mismo de la experiencia humana, y representan las cualidades positivas y negativas que hay dentro de cada uno de nosotros. Cada arquetipo representa un patrón fijo particular del comportamiento humano; ejemplos típicos de estos son las deidades de la antigua Grecia y Roma, los dioses y diosas de la guerra, del amor, de la sanación, de la comunicación, etc., todos ellos constituyen arquetipos.

Los arquetipos están encarnados en los caracteres que aparecen en los mitos y el folclor de todas las edades “La bella princesa”, “La bruja malvada”, “El caballero con armadura resplandeciente”, y mucho más. También son las proyecciones de encanto y de emoción que vemos hoy en día en el cine y en la televisión. La imagen de Marlyn Monroe, por ejemplo, es una forma de belleza y de sensualidad arquetípicas, las cuales representan el arquetipo de la vampiresa.

Respondemos a los arquetipos porque reflejan aspectos de nuestro propio inconsciente. En consecuencia, cuando en una película se retrata un personaje, ya sea un héroe o un villano, una madrastra malvada o un niño huérfano, nos conmueve la profunda respuesta emocional que estos personajes evocan y algo de nosotros resuenan con ellos.

Los arquetipos emergen como los héroes o villanos de cada cultura. El arquetipo del Guerrero ha sido representado por David en el Antiguo Testamento, por Aquiles y Odiseo en la mitología griega, y por el rey Arturo en los relatos de la mesa Redonda. Aparece este arquetipo en todos los mitos y leyendas que narran las aventuras de un héroe. En nuestro tiempo quien evoca este arquetipo es Rambo. La razón por la que disfrutamos tanto con estos relatos se debe a que representan la atracción que ejerce sobre nosotros el arquetipo de El Guerrero, que logra triunfar sobre todo tipo de dificultades y nada lo detiene. Todos podemos mantener una relación con esto, y nos inspira a evocar esa esencia arquetípica en nosotros, porque juega un papel en nuestro propio viaje por la vida. Todos queremos triunfar ante cualquier adversidad y que nada nos detenga.

Los arquetipos son universales. El arquetipo de La Madre, por ejemplo, ha existido a lo largo de la historia en diversas formas y es valorado en cada una de las culturas. La madre representa el principio femenino de la creación, tanto si se llama María, Isis, Ishtar, Quan, Yin o Sofía. Ellas constituyen el arquetipo del amor, la pureza y la delicadeza que habita dentro de todos nosotros.

Los arquetipos como espejos

Los arquetipos son proyecciones o espejos universales de todas las cualidades emocionales que surgen del núcleo de la experiencia humana: fortaleza y debilidad, amor y odio, coraje y temor. Nos muestra nuestro anverso y reverso, nuestra luz y nuestra sombra, nuestras cualidades positivas y negativas. Representan en esencia, la multifacética alma de la consciencia humana: el Héroe y el Villano, el Tonto y el Sabio, el Dador y el Receptor, el Destructor y el Sanador.

Nuestras experiencias diarias en el mundo reflejan los arquetipos que establecemos en nuestros mundos emocionales internos; reconocer este hecho puede ayudarnos a comprender nuestras motivaciones y comportamientos con mayor claridad. Por ejemplo, cuando nos sentimos desamparados ante situaciones difíciles, puede que nos identifiquemos con el arquetipo de la víctima. Pero también podemos reconocer que contamos con otros arquetipos más positivos como el de la Madre, el Guerrero o el Sabio. Tanto si somos hombre o mujer, estas cualidades arquetípicas existen dentro de nosotros, tanto en forma de ideal como de potencial a ser expresado en nuestras propias vidas. Podemos encarnar estas cualidades amándonos y nutriéndonos a nosotros mismos; en otras palabras, convirtiéndonos en los arquetipos de nuestra propia Madre, Guerrero o Sabio. Crear arquetipos sanos y poderosos en nuestras vidas es fundamental para nuestra sanación y crecimiento.

Los arquetipos y el nivel de energía

Los arquetipos con los que vivimos reflejan los patrones psicológicos sobre el cuidado de uno mismo y sobre la propia estima, demostrando el grado en que nos amamos y nos queremos a nosotros mismos. Constituyen una manifestación clara del estado emocional y de la etapa que hemos alcanzado en nuestro crecimiento y desarrollo. Estos arquetipos son también la metáfora de la fuerza de nuestra energía vital, y el grado de creatividad y placer del que gozamos.

Las personas de gran poder cuentan con una vasta cantidad de energía. Pueden trabajar intensamente, tener muchos intereses y todavía disponer de energía sobrante. Por otra parte, las personas con poder mermado disponen de poca energía vital para sí mismas o para su placer; con frecuencia están enfermas y requieren gran cantidad de atención. Sus perspectivas están basadas mayormente en el sacrificio y la lucha, ya fuese porque aprendieron esto de niños o porque lo eligieron cuando eran adultos.

Es esta relación entre los arquetipos, la energía y el camino de transformación lo que trato en el taller El Arte de Reinventarte y Reinventar tu Vida. A medida que voy avanzando sesión tras sesión en el taller, el participante percibe el vínculo directo que existe entre los niveles de responsabilidad personal y los niveles de energía y de poder que posee cada arquetipo. Estos niveles son una escalera que todos necesitamos utilizar para ascender a los niveles elevados de consciencia.

Al realizar esas conexiones dentro de sí mismo en el taller, podrá utilizar algunos arquetipos como hitos que marcan el camino hacia el desarrollo de estados superiores de conciencia. Cuanto más dispuesto esté a aceptar la responsabilidad por su vida, tanto más desarrollado se volverá su arquetipo, y más poderoso y energético usted será.

 

Conocer tus arquetipos, aprender de ellos y trabajar internamente para trascenderlos es la puerta al cambio, a que logres la transformación que estás buscando y puedas vivir la vida que siempre has soñado.

Taller El Arte de Reinventarte y Reinventar tu Vida

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